Existen varias leyendas sobre los orígenes de esta gimnasia
o arte marcial, pues como su nombre indica (gran último puño), es un eficaz
sistema de defensa.
Una de ellas cuenta que a finales de la dinastia Sung, hace
800 años, el ermitaño Zhang Sang Fen soñó una noche que Xuan Wu el último
emperador negro, le revelaba una forma de combate gracias a la cual al día
siguiente mató a un centenar de bandidos. Xuan Wu era una divinidad taoista
asociada al norte y a la Estrella Polar, lugar hacia donde se orienta
tradicionalmente el Tai-chi.
Otra leyenda cuenta que el mismo monje taoista presenció
una pelea entre una serpiente y una grulla. Ésta última atacaba incesantemente,
con fuerza y decisión, mientras la serpiente evadia con suavidad las mortíferas
acometidas. El ave tuvo que ceder frente a un enemigo cuyos movimientos
relajados no ofrecían resistencia directa y la permitían, sin embargo,
contraatacar con velocidad relámpago.
Los datos históricos parecen, sin embargo, señalar que el
Tai-chi chuan, se desarrolló en la provincia de Henan, en el seno de la familia
Chen, hace unos trescientos años.
Su popularización completa la consiguió Yang Cheng Fu
(1883-1936), que eliminan los movimientos rápidos y bruscos para que pueda ser
practicado por niños y ancianos. De esta forma llega el estilo Yang a nuestros
dias, como una escuela de movimientos lentos y continuos, de posturas amplias y
naturales. Éste es quizá el momento en que el Tai-chi, empieza a dejar de ser
practicado por algunos como arte marcial para ser practicado sólo por sus
beneficios terapéuticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario